domingo, 12 de diciembre de 2010

Fundamentos de FD: Regla de la Reciprocidad.

En fotografía, una de las herramientas más básicas y fundamentales que aprendemos es el hecho de comprender y usar la "Ley o Regla de la Reciprocidad", que relaciona la cantidad de luz que entra en el plano focal y la cantidad de tiempo, que arroja como resultado la exposición relativa.

Exposición relativa = Cantidad de luz (f) * Tiempo de exposición (en seg.)

Esta ley de la reciprocidad, en cierta manera, deriva del concepto desarrollado por los químicos Robert Bunsen y Henry Enfield Roscoe en lo que en física y química se conoce como la "Ley de Bunsen-Roscoe" y que establece que el producto de la intensidad de la radiación (en nuestro campo la cantidad de luz que llega al sensor) por el tiempo de aplicación (el tiempo de exposición), es constante. Se refiere a la importancia de un mínimo de intensidad para obtener los efectos, y que esta intensidad está en relación inversamente proporcional con el tiempo de aplicación para obtener la misma densidad de energía y por consiguiente, los mismos efectos.

Por tanto, hay que entender que, si disminuimos la cantidad de luz (intensidad de radiación lumínica en la fórmula) deberemos aunmentar de manera proporcional el tiempo de exposición (o tiempo de aplicación), y viceversa; para conseguir la misma exposición relativa.

A modo de ejemplo y conociendo ya lo que es un "paso de f" (si no vid.) voy a plantear un supuesto práctico. Considerando que la sensibilidad del sensor (la ISO, vaya) es constante y que las condiciones lumínicas son exactamente iguales en la realización de una toma, al ajustar los parámetros de diafragma y velocidad de exposición decidimos colocarlos a f5,6 y 1/60 seg., dándonos esto una toma cuya exposición relativa es correcta. Si variáramos uno de estos dos parámetros, para arrojar el mismo resultado deberíamos variar necesariamente el otro. Así pues, si cerráramos el diafragma hasta un f8, necesariamente deberíamos exponer durante más tiempo la película ¿Cuánto? Lo mismo de manera proporcional. Como de f5,6 a f8 hay un paso, dejamos pasar la mitad de intensidad de luz y, por tanto, deberemos exponer el doble de tiempo (1/30 seg) la toma para poder obtener los mismos resultados.

El mismo ejemplo, expresado en manera de esquema:

(EV=0)=f5,6*1/60
|
(EV=-1)=f8*1/60
|
(EV=0)=f8*1/30


EV=valor de exposición

sábado, 11 de diciembre de 2010

Fundamentos de FD: La velocidad de obturación: El barrido.

Hoy, por primera vez en lo que llevo de blog, me permito hablar de la primera técnica. Es una técnica que exige cierto conocimiento de la cámara y un poco de destreza. La técnica en cuestión fue "inventada", por llamarlo de alguna manera, por Jacques-Henri Lartigue; un pintor y fotógrafo francés de mediados del siglo XX. Éste descubrió éste singular efecto usando una máquina fotográfica de placas y sujetándola a mano, lo que lo hace, bastante más difícil, por cierto.

La técnica del barrido da como resultado una imagen con una potente sensación de dinamismo, en ésta imagen, veremos al sujeto que debería estar moviéndose perfectamente enfocado y el fondo distorsionado de una manera muy peculiar (lo que le da el nombre a la ténica).


"Grand Prix de Circuit de la Seine"
Uno de los primeros barridos de Lartigue.

Existen dos clases de barridos, en función de hacia donde dirija el movimiento. El primero de ellos es el más común, el barrido horizontal o barrido a secas; mientras que el otro es conocido como barrido vertical o basculamiento, mucho más infrecuente.

Para la realización de ésta técnica emplearemos en primer lugar y si tenemos posibilidad una focal larga, a partir de 70mm, ya que esto nos mantendrá alejados del motivo suficiente como que éste se encuentre lo más paralelo a nosotros durante toda la toma. También porque las focales largas tienen una profundidad de campo menor, difuminando así los fondos y, por tanto, éstos quedarán bastante menos agresivos en nuestra toma. Pero ésto no es necesario, sólo es un consejo.

Después, escogeremos una velocidad de obturación lo suficientemente lenta como para que, en una toma normal, los objetos en movimiento no queden congelados; pero a la vez suficientemente rápida como para que no la trepidemos con la cámara en la mano. Esto puede sonar contradictorio con la técnica, pero al aplicarla hay que tener en cuenta que invertiremos los sujetos estáticos y dinámicos de la imagen. ¿Qué velocidades son tan lentas y a la vez tan rápidas? Las que oscilan alrededor de 1/60 seg. en función de la distancia focal y de la velocidad del objeto, por eso muchas veces tendremos que hacer pruebas.

Así pues, una vez ajustado el tiempo de exposición que queremos y elegida la focal que usaremos para disparar, sólo nos queda ajustar el fotómetro por el diafragma.

A partir de aquí, encuadraremos el objeto que esté en movimiento y lo "anclaremos" en una posición siguiéndolo con la cámara mientras éste se mueve y disparando cuando nos convenza la toma. Continuaremos apuntando al sujeto que estamos fotografiando mientras se ejecuta la toma y un poco después, lo que evitará trepidaciones en otro sentido que no sea el pretendido.

Para éste tipo de fotografías es recomendable el uso de trípode, ya que nos ayuda a mantener un plano uniforme. Aunque no son para éste cometido (si no para fotografía de paisajes), pero también se pueden usar para este tipo de fotografías los cabezales para trípode de doble bloqueo independiente.


Rótula Benro HD-38 3D

lunes, 29 de noviembre de 2010

Fundamentos de FD: La velocidad de obturación.

El tema que nos compete hoy es, junto a la apertura del diafragma, la otra gran variable de la fotografía. En este caso, junto a la velocidad de obturación, explicaré también su inverso, el tiempo de exposición. Ambos términos indican lo mismo, pero con sentido diferente son, en cierta manera, inversos.

El tiempo de exposición, aunque suene redundante, regula la cantidad de tiempo que nuestra película queda expuesta a la luz incidente y, la velocidad de obturación es, aunque no sea demasiado correcto expresarlo así, el inverso.

Estas velocidades o tiempos se expresan en segundos y, más comúnmente, en fracciones de segundos, según el caso. Por lo general, en situaciones normales quiero decir, dispararemos muy por debajo de un segundo. Siendo velocidades normales de disparo "un doscientos cincuetavo" (1/250s), por ejemplo.

Las velocidades de obturación se dividen fundamentalmente en dos grupos en función del tiempo que dejen pasar la luz, se distribuyen pues en velocidades lentas y velocidades rápidas. En el punto en el que, teóricamente, se dividen estos dos conjuntos varía bastante en función de a quién acudamos. Pero, la mayoría de la doctrina señala a que la velocidad que fracciona los dos grupos está entre el 1/30s y el 1/60.

De ésta manera, consideraremos velocidades rápidas, todas aquellas velocidades superiores a 1/50s, es decir, las que abren poco tiempo el obturador y dejan pasar poca luz a nuestra película. No necesariamente se tiene que traducir esto en un resultado con poca luz, ya que puede existir mucha luz ambiente y no nos convendría exponer durante mucho tiempo.

Por otro lado, consideraremos velocidades lentas a aquellas que sean inferiores a 1/50s, las utilizadas en fotografía en condiciones lumínicas bajas o cuando pretendemos crear un efecto de los que veremos a continuación.

¿Cuál es la trascendencia de éstos parámetros a nuestra fotografía?

Muy sencillo. La luz entra a nuestra cámara y, mientras, los objetos alrededor siguen en movimiento, lo que afectará significativamente a nuestros resultados. Si decidimos usar velocidades rápidas conseguiremos congelar la imagen que tenemos delante:





Por otro lado, las velocidades lentas nos otorgarán halos, líneas de luz y formas suaves en el agua, entre otros efectos. También comentar que para éste tipo de fotografías es, no digo ya recomendable, si no obligatorio, el uso de trípode:


Ferrybridge coal fired power station by Imran Rashid
Tiempo de exposición: 30 segundos.


by Francois Willemburg
Tiempo de exposición: 30 segundos.



Swallow Falls in Betws-y-Coed by Steve Wilson
Tiempo de exposición: 0.8 segundos.


El principal inconveniente de las velocidades lentas es lo que en fotografía denominamos trepidación.

La trepidación se produce cuando, mientras el obturador está dejando pasar luz a la película, movemos nuestra cámara, descolocando así la escena y creando dobles contornos y superponiendo imágenes dentro de una misma exposición. La trepidación puede estar causada por movimientos voluntarios, como movimientos bruscos para crear ese efecto; o movimientos involuntarios como el pulso cuando usamos focales muy grandes o cuando disparamos a una velocidad muy lenta y no usamos trípode.


viernes, 19 de noviembre de 2010

Fundamentos de FD: La apertura de diafragma

El diafragma, en fotografía, es una la parte del objetivo, en la mayoría de ellos variable, que regula la cantidad de luz que entra en nuestra cámara. Suele estar construido en forma de disco o en forma de aletas, que se juntan y se separan, regulando así el paso de luz. A estos efectos, el diafragma funciona de la misma manera que un iris en el ojo humano.

Lo abierto o cerrado que esté un diafragma, en fotografía, lo conoceremos como "Apertura del diafragma" o "Abertura del diafragma" indistintamente. Esta apertura o abertura del diafragma se mide mediante el número f, esto es, una relación entre la apertura real del diafragma y la distancia focal del objetivo. Los números f se anotarán siempre de una "f" acompañada de un número, por ejemplo f/5.6.

El número f, es una cantidad adimensional. Por tanto, plantea ciertos problemas en cuanto a su concepción. Quiero decir, al ser una relación entre dos conceptos, el resultado, no es demasiado claro para los profanos en física óptica. Es fácil liarse entre la apertura real del diafragma y el número f. Para ello hay que hacer una pequeña inversión de lo que, de buenas a primeras, podemos suponer, me explico. Un número f alto (f/22, por ejemplo), supone una apertura real muy pequeña, mientras que un número f bajo (f/1.4, por ejemplo) supondrá, al contrario, una apertura y un paso de luz mucho mayor.



El salto de un número f a otro número f, se conoce en óptica como paso. Si reducimos la luminosidad en la mitad, a medida que avanzamos pasos obtendremos lo que llamamos "escala estándar de números f" y quedaría de la siguiente manera.

Escala Estándar de números f: f/1; f/1.4; f/2; f/2.8; f/4; f/5.6; f/8; f/11; etc

De esta manera, un f/2.8 es la mitad de luminoso que un f/2, pero el doble que un f/4.

Pero, que esta sea la escala estándar de números f, no implica que sean sólo estos los números f que existan, si no que, gracias a los avances de la técnica en construcción fotográfica, podemos encontrar escalas de diafragmas que varían su f en 1/2 o 1/3 de paso, algunas incluso en 1/8 de paso. De todas maneras, las escalas más usuales son las de un medio y un tercio de paso, estas son:

Escala de 1/2 de Paso: f/1.0; f/1.2; f/1.4; f/1.7; f/2; f/2.4; f/2.8; f/3.3; etc.

Escala de 1/3 de Paso: f/1.0; f/1.1; f/1.2; f/1.4; f/1.6; f/1.8 f/2; f/2.2; etc.

Los objetivos, de los que depende la apertura del diafragma, tienen una apertura de diafragma máxima (número f más pequeño) y una apertura de diafragma mínima (número f más grande). En la nomenclatura de cada objetivo suele venir reflejada la apertura máxima del diafragma, pues de ella dependerá en parte la calidad del objetivo. En los objetivos zoom (o de distancia focal variable), puede incluir dos aperturas máximas que irán relacionadas con la distancia focal de cada extremo.



En este ejemplo, la focal 18mm funciona a una apertura máxima de f/3.5; mientras que, la focal 135mm funciona a una apertura máxima de f/5.6. Apúntese también que, en este caso el número f aparece apuntado como 1:3.5-5.6, aunque también puede aparecer como f/3.5-5.6. Indicarlo de la manera 1:X, significa que partimos de que f/1 es la apertura máxima en óptica, es decir, el paso de luz máximo, lo que viene a decirnos que la apertura máxima (1:) en ese objetivo es de 3.5 en la focal más pequeña y 5.6 en la focal más grande (:3.5-5.6).

lunes, 1 de noviembre de 2010

La cámara: el manejo de la cámara

El tema que hoy tratamos es básico. Se trata, como indica el título, del manejo de la cámara, pero no sobre cómo hacer fotografías, si no sobre cómo agarrar nuestra cámara y evitar fácilmente trepidaciones.

Una de las costumbres que deberíamos adquirir es la de, siempre que nuestra cámara está en nuestras manos, adherirla a nuestro cuerpo mediante la correa que todos los modelos de réflex incorporan. La correa será para nuestra réflex lo que el cinturón de seguridad para los ocupantes de un vehículo; cualquier pequeño accidente, un desliz, un movimiento tonto o un descuido pueden ser fatales para nuestro equipo, habida cuenta de que las cámaras no están preparadas para ser golpeadas y que en su interior incluyen piezas que están colocadas con gran precisión y que, cualquier mal golpe, las podría dejar inservibles. Este tipo de precaución se la deberíamos también imponer, en cierta medida, a toda aquella persona que tenga contacto con nuestra cámara, así pues, sería saludable que colgéis la cámara del cuello a vuestro amigo al que se la habéis dejado para mire tus fotos.

La posición más común de la correa es la sujeción de cuello, por tanto, situarémos la correa alrededor del cuello, de tal manera que la cámara se apoye en nuestras cervicales, la cámara debería quedarnos, por lo general y de manera aproximada, a la altura del esternón, quedando esto sujeto a gusto del portador.



Otra manera de sujetar la cámara, la que yo uso ya que, bajo mi perspectiva es más cómoda y versátil, es sujeción por torsión de la correa en la muñeca. Fundamentalmente consiste en rodear la muñeca con la correa de la cámara quedando así sujeta a la muñeca, previniendo caídas. En algunas situaciones, como paseos largos u objetivos muy pesados, a veces se hace bastante tedioso el llevar todo el rato la cámara en la mano.

La técnica para conseguir este agarre es la siguiente, en primer lugar, sujetaremos la cámara con la mano izquierda e introduciremos la muñeca derecha en la correa y la moveremos hacia atrás hasta que la tengamos levemente tensionada.



Después, dirigiremos nuestra mano derecha hacia el exterior y, una vez hecho esto, de nuevo hacia el interior rodeando la correa a la manera que vemos en la fotografía.



Luego echaremos la mano derecha un poco hacia atrás, haciendo que la correa quede firmemente adosada a la muñeca y después sujetaremos la cámara con normalidad, debiéndonos quedar la sujección de esta manera:



Otra sujeción, quizás ésta menos común, es la sujeción en bandolera. Para esto será necesario alargar en gran medida la correa, hasta que la cámara, al colgárnosla de lado, nos quede a la altura de la cintura.



Para ejecutar nuestras fotografías, simplemente, deslizaremos la cámara hasta delante de nuestra cara, haciendo girar toda la correa, esto suele ser bastante incómodo con la mayoría de los modelos que incluyen las réflex, pero también es posible encontrar en el mercado correas especiales para este tipo de sujeción.



Existen otras opciones en el mercado, entre ellas la que humíldemente creo que es más útil, es la sujeción en empuñadura. Consiste en una pieza que se amarra al enganche derecho de la correa y se atornilla en la parte inferior de la cámara rodeándonos la mano. De uso prácticamente exclusivo para estudio, ya que supone también soportar mucho peso en la mano y, por lo general, da bastante calor, por lo que, la sudoración, se convertirá en un problema en días de verano.



Después de saber cómo sujetarnos la cámara al cuerpo, lo ideal sería aprender cómo sujetar la cámara con nuestras manos. En la vida he visto muchas y diversas posiciones para sujetar la cámara pero, la gente con un mínimo de nivel, coge la cámara solamente de una manera y esto tiene una explicación, pero no quiero pasar sin antes analizar unas cuantas posiciones que no son correctas. La primera de ellas es ésta:



Ésta NO es manera de coger una cámara réflex, es un error muy común que cometen las personas que acaban de comprarse una réflex y que nunca han tenido una entre las manos. Es la manera habitual de coger una cámara analógica y esta forma no sirve para manejar una cámara réflex. El motivo principal es simple, no podemos manejar nuestro objetivo con las manos ahí. Después, debido al peso de la cámara es más fácil que la cámara se nos caiga. Finalmente, la cámara sólo tiene sujeción lateral y ninguna sujeción en la inferior; lo que, en muchas ocasiones, hará que las fotografías resultantes en condiciones lumínicas desfavorables nos puedan salir más fácilmente trepidadas.

La siguiente mala posición es la más común entre los novatos y la gente que acaba de coger una cámara:



La clásica mala postura en la que sujetamos el objetivo por la parte superior. A la cámara sigue faltándole sujeción en la parte inferior para evitar trepidación vertical. Otro problema que ocasiona es que, como pretendo dar a entender en la imagen, obstaculizamos la función del flash.

¿Cuál es entonces la manera de sujetar nuestra cámara? El método ideal para sujetar nuestra cámara es, situar la mano derecha en la empuñadura de la cámara, situando el índice en el disparador y el pulgar en la mixtura de controles; y la mazo izquierda irá a la parte inferior de la cámara, apoyando la cámara sobre la palma y dirigiendo los dedos, esencialmente pulgar e índice, a los controles y anillos del objetivo. Deberíamos tener una posición de la siguiente manera:



Con esta posición evitaremos trepidaciones tanto laterales como verticales y tendremos acceso a todos los menús y opciones de nuestra cámara, pudiendo también pegar los codos a nuestro cuerpo, consiguiendo de esta manera aún más estabilidad en nuestros disparos.

También he observado gran cantidad de fallos en el posicionamiento de la cámara en el disparo vertical, es muy común, entre los novatos y primeros aficionados al uso de cámaras réflex de sujetar la cámara de este modo:



De esta forma, forzamos la muñeca a sujetar la cámara y nos volvemos a privar de la estabilidad, a parte de que es una posición bastante incómoda. La posición correcta para sujetar la cámara durante las tomas verticales es la siguiente:



De este modo, conseguimos lo mismo que con la de toma horizontal, sin forzar la muñeca y repartiendo correctamente el peso entre las dos manos. Aunque, en ocasiones, el hecho de tener que girar la muñeca nos resta estabilidad y es ligeramente incómodo manejar la cámara en esta posición, por ello, muchos fabricantes han desarrollado empuñaduras o grips que se agregan a la cámara permitiendo un disparo vertical, junto con controles, permitiéndonos realizar tomas verticales con la técnica de disparo horizontal.



Una vez tenemos la correa colocada y las manos en posición en la cámara, nos queda el resto del cuerpo. Diferenciaremos dos posiciones fundamentales: de pie y agachado. Existen muchas otras, claro está, pero son mucho menos comunes e incómodas.



Estando de pie, mantendremos una distancia entre los pies igual a la anchura de nuestros hombros, de esta manera no nos abriremos mucho, ni nos cerraremos demasiado, situando así el centro de gravedad de nuestro cuerpo en el eje central del cuerpo situado entre nuestras dos piernas, ésta es la posición más estable del cuerpo. También deberemos tener en cuenta que, cuanto más peguemos los codos a nuestro cuerpo, más estable será la sujeción de la cámara y más estabilidad le transferiremos.



El disparo desde la posición de agachado es muy común, en especial cuando fotografiamos animales, niños pequeños u objetos cercanos al suelo. En esta posición pondremos especial énfasis en la estabilidad, ya que es una posición que normalmente tomaremos como inestable. En primer lugar, apoyaremos la rodilla izquierda y la punta del pie izquierdo en el suelo, sirviéndonos el pie como apoyo para el culo; pero ojo, no hay que dejar todo el peso en la parte posterior del cuerpo, si no repartirlo entre las dos piernas. Mientras tanto, apoyaremos por completo el pie derecho en el suelo y sobre la rodilla derecha nuestro codo derecho. De esta manera conseguiremos tener tres apoyos en el suelo (los dos pies y la rodilla) los que, para obtener más estabilidad conectaremos al resto de nuestro cuerpo (culo-pie izquierdo y codo derecho-rodilla derecha).

Para cerrar este capítulo, haciendo nuevamente énfasis en el hecho de que hay que buscar con asiduidad la estabilidad, hacer hincapié nuevamente en que, si existe algo que nos pueda hacer aún más estables, deberíamos usarlo. Este es el caso de los apoyos externos. A continuación, y para cerrar, tres apoyos (dos horizontales y uno vertical) que nos darán una mayor estabilidad en condiciones lumínicas desfavorables, como en fotografía nocturna; o condiciones en las que necesitemos un plus de estabilidad, como por ejemplo en fotografía macro si no empleamos un trípode, porque sea una foto que no esperábamos hacer, por ejemplo.


Disparo horizontal con apoyo de codos en superficie.


Disparo horizontal con apoyo de un lateral del cuerpo de la cámara.


Disparo vertical con apoyo de un lateral del cuerpo de la cámara.

sábado, 30 de octubre de 2010

La cámara: el objetivo (IV: siglas y denominaciones de objetivos)

Canon

Baja Dispersión: UD
Estabilizador de Imagen: IS
Objetivos de Alta Gama: L
Enfoque rápido: USM
Foco Interno: IF
Enfoque Trasero: TF
Objetivos para cámara Full Frame: EF
Objetivos para cámaras con sensor APS-C: EF-S

Nikon

Baja Dispersión: LD/ED/UD
Estabilizador de Imagen: VR
Objetivos de Alta Gama:
Enfoque rápido: SWM
Foco Interno: IF
Enfoque Trasero: RF
Objetivos para cámaras Full Frame: FX
Objetivos para cámaras con sensor APS-C: DX

Olympus

Baja Dispersión: ED
Enfoque rápido: SWD

Sigma

Asféricos: ASP
Baja Dispersión: ELD/SLD
Estabilizador de Imagen: OS
Objetivos de Alta Gama: EX
Enfoque rápido: HSM
Foco Interno: IF
Enfoque Trasero: RF
Objetivos para cámaras Full Frame: DG
Objetivos para cámaras con sensor APS-C: DC

Sony/Minolta

Baja Dispersión: ED
Objetivos de Alta Gama: G
Enfoque rápido: SSM (Full Frame) y SAM (APC-S)
Foco Interno: IF

Tamron

Asféricos: ASL
Retractivos: XR
Baja Dispersión: LD
Estabilizador de Imagen: VC
Objetivos de Alta Gama: SP
Foco Interno: IF
Objetivos para cámaras Full Frame: Di
Objetivos para cámaras con sensor APS-C: Di-II

Tokina

Asféricos: AS
Baja Dispersión: SD
Estabilizador de Imagen: SV
Objetivos de Alta Gama: ATX
Foco Interno: IF
Enfoque Trasero: IFR
Objetivos para cámaras con sensor APS-C: DX

lunes, 25 de octubre de 2010

La cámara: el objetivo (III: glosario de términos)

Aberración cromática: resultado de la refracción de la longitud de onda de la luz incidente en el punto de foco.

Aberración esférica: deformación en forma de esfera que provocan algunos objetivos de distancia focal muy pequeña.

Abertura: orificio de tamaño variable en el objetivo y que controla la cantidad de luz que llega hasta la película o sensor.

Abertura máxima: la mayor abertura posible (número f más bajo) cuando el objetivo está totalmente abierto.

Abertura mínima: la menor abertura posible (número f más alto), cuando se dice que el objetivo no se puede cerrar más.

Acromático: tipo de lente que desvía cada color por separado para juntarlos en un mismo punto.

Anillo de enfoque: parte del objetivo que regula el posicionamiento del centro óptico del objetivo.

Anillo de zoom: parte del objetivo que regula la distancia focal en los objetivos zoom.

Apocromático: tipo de lente que hacen converger toda la gama de colores en un mismo punto.

Asférico: tipo de lente que reduce la forma de esfera para reducir aberraciones cromáticas y esféricas.

Diámetro de filtro: diámetro (en milímetros) de la anchura del receptor de filtros del objetivo, normalmente indicado por el símbolo Ø.

Distancia focal: distancia en milímetros desde el centro óptico del objetivo al plano focal.

Distancia mínima de enfoque: distancia (normalmente en metros) a partir de la cual el objetivo puede enfocar objetivos.

Duplicador de focal: anillo que se ajusta entre el objetivo y la cámara y multiplica el valor de la distancia focal.

Enfocar/enfoque: acción de hacer coincidir el plano focal y el sensor o película.

Enfoque automático: enfoque realizado de manera automática por el objetivo, en función de la luz o de los objetos que refleje.

Enfoque manual: enfoque realizado por el propio fotógrafo, mediante el anillo de enfoque.

Estabilizador de imagen: dispositivo del objetivo que permite suplir cierto grado de movimiento y temblores evitando trepidaciones.

Filtro: elemento externo que se fija frente al objetivo para añadir alguna clase de efecto.

Luminosidad: propiedad que nos indica la cantidad de luz que un objetivo puede dejar pasar.

Objetivo basculable: objetivo cuya construcción nos permite mover el eje óptico.

Objetivo descentrable: ver objetivo basculable.

Objetivo estándar: objetivo para cometido general, cuya focal suele estar comprendida entre los 35 y los 85mm.

Objetivo fijo: objetivo que sólo admite una distancia focal.

Objetivo flou: objetivos con un grado de aberración esférica que produce que las imágenes tengan un cierto grado de difusión, creando un halo de resplandor.

Objetivo gran angular: objetivo de distancia focal muy pequeña, entre los 18 y los 35mm.

Objetivo macro: objetivos especialmente diseñados para que su distancia mínima de enfoque sea muy pequeña, pudiendo fotografiar así cosas desde perspectivas muy cercanas y en detalle.

Objetivo medical: objetivo macro con un flash anular alrededor del mismo para evitar sombras, son objetivos de alta calidad que se emplean en estudios biomédicos.

Objetivo normal: ver objetivo estándar.

Objetivo ojo de pez: objetivos de reducida distancia focal (entre los 6 y los 18mm) que crean cierta aberración esférica.

Objetivo para retratos: objetivos con una longitud focal que otorga rasgos favorecedores a la cara, en fotografía de 35mm, de 70 a 105mm.

Objetivo shift: ver objetivo basculable

Objetivo submarino: objetivos cuya construcción está especialmente diseñada para refractar los rayos de luz que entran en el agua, suelen ser fijos.

Objetivo ultrangular: objetivos cuya distancia focal es muy pequeña, entre los 6 y los 18mm.

Objetivo UV: objetivos que, por su construcción a base de lentes de cuarzo, permiten fotografiar la región de luz ultravioleta.

Objetivo Zoom: objetivo con el que se puede ajustar la distancia focal a que trabajar mediante un anillo de zoom.

Parasol: complemento que se engancha frente a la lente y que impide la entrada de haces de luz incidente lateral que provocan los llamados flares.

Sistema de enfoque: sistema que incorpora el objetivo para mover las lentes interiores y realizar el enfoque.

Teleconvertidor/Teleconversor: ver duplicador de focal.

Teleobjetivo: objetivos cuya distancia focal es superior a 85mm.

sábado, 16 de octubre de 2010

La cámara: El objetivo ( II: tipos y clases de objetivos)

Como ya adelanté en la entrada anterior, los objetivos, fundamentalmente se clasifican en función de la distancia focal que estos abarcan. Esta se expresa, como ya explicamos también en el anterior post, en milímetros.

No obstante, la primera distinción que vamos a hacer entre estos objetivos será sobre la cantidad de distancias focales que puede ofrecernos el objetivo en sí. Dividiremos pues los objetivos en:

- Objetivos de Focal Fija: aquellos que sólo admiten una focal. Tienen la ventaja de estar mejor construidos, con materiales de mayor calidad y pueden ofrecernos mucho mejor rendimiento; con la desventaja de que, obviamente, sólo podemos trabajar con esa focal.

- Objetivos de Focal Variable u Objetivos Zoom: los que abarcan varias focales, normalmente expresados de la manera "X-Ymm f/x-y", lo que nos informa de la focal más amplia (X) y el número f más abierto al que funciona (x) y la focal más estrecha (Y) y el número f más abierto al que funciona (y), por ejemplo, un objetivo 18-135mm f/3.5-5.6 podremos manejarle como máximo a f/3,5 en 18mm y como máximo a 5,6 en 135mm. Estos son objetivos más cómodos que los de focal fija, ya que nos permiten regular la distancia focal a la que queremos trabajar y, actualmente, en la mayoría de las ocasiones, ofertan una nitidez y un rendimiento igual o casi igual que los objetivos de focal fija.

La siguiente clasificación de objetivos que expondré es la clasificación más clásica, la que los divide dependiendo del rango focal en el que se encuentre el objetivo lo que, por lo general, determinará cuál será el uso de este.

- Objetivos ojo de pez (también llamados ultra-gran angulares), son objetivos cuya distancia focal se encuentra entre los 6mm y los 16mm. Estos objetivos cubren entre los 220º(6mm) y los aproximadamente 180º (16mm). Suelen crear una característica distorsión en las líneas rectas, volviéndolas ligeramente curvas. También cabe mencionar aquí que, existen dos tipos de objetivos ojo de pez, aquellos que imprimen una imagen rectangular plana (16-8mm) y aquellos que transforman la imagen en una imagen circular distorsionada (8-6mm).




Objetivo ojo de pez Peleng 8mm


Decisiones, de Bruno Abarca
Tomada con un Peleng 8mm


Bristol, de Luke Smith
Tomada con un Nikkor 6mm


- Objetivos Gran Angulares, son todos aquellos que se encuentran entre los 18 y los 35mm, por tanto, entre los 60 y los 180º. Al tener una distancia focal pequeña, estos objetivos, suelen poder funcionar a un número f bastante bajo, lo que los hace muy luminosos.

Estos objetivos suelen ser empleados en fotografía de paisajes y, en algunas ocasiones, en fotografía de interiores, dado que estos nos obligan a estar más cerca de las cosas que retratamos.


Canon 16-35mm f/2,8 L


Out for a Stroll, por Jesse Estes.
Tomada con un Canon 16-35mm f/2,8 L


- Objetivos Intermedios, así es como se conoce a esta categoría que es un poco cajón de sastre ya que se encuentra entre los objetivos gran angulares y los teleobjetivos. Estos objetivos cubren los rangos entre 35mm y 85mm (60º-28º30') Suelen ser objetivos muy versátiles, con los que fotografiar la mayoría de las cosas que están a nuestro alrededor y que no entrañan demasiadas dificultades. Son los objetivos para cometidos generales.


Nikkor 24-85mm f/2.8-4D IF AF


- Teleobjetivos, los objetivos de distancia focal más alta, a partir de 85mm. Los objetivos clásicos para la realización de fotografías de naturaleza y deportes, ya que nos permiten cerrar mucho el plano sobre el sujeto sin la necesidad de estar próximos a él físicamente. Estos objetivos, debido al tamaño de la distancia focal, son menos luminosos y, en muchas ocasiones, nos veremos obligados a usar trípode, monopié u otros sistemas de sujección y estabilización para evitar trepidaciones en las tomas.


Olympus Zuiko Digital ED 150 mm f/2.0

Colirojo real macho, por José B. Ruiz.

Finalmente, existen varios tipos de objetivos especiales con usos muy específicos que están fuera de esta clasificación.

- Objetivos flou (u objetivos de efecto flou), son objetivos con un grado de aberración esférica que produce que las imágenes tengan un cierto grado de difusión, el nombre de este efecto proviene de la palabra francesa "flou", que significa "difuminar". Fueron muy empleados durante las primeras películas en blanco y negro, y en el inicio de la fotografía de moda, ya que los tonos de piel emitián un pequeño halo que tapaba imperfecciones. Estos objetivos, a día de hoy, han caído en desuso, precisamente por la utilización de maquillaje y de los efectos de post-procesado. Es con las técnicas de procesado (relativamente) modernas, donde evoluciona este efecto hasta conseguir el llamado efecto Orton.

The Secret Garden, por Rod Goodwin.


- Objetivos Shift, basculables o descentrables, son básicamente lentes que pueden deplazar el eje óptico, creando un efecto muy carácterístico de enfoque-desenfoque. Son objetivos con un uso muy concreto, con pocas aplicaciones artísticas.


Canon TS-E 17mm f/1,4 L




- Objetivos Catadriópticos, objetivos réflex u objetivos de espejos, aquellos que, en su interior, disponen de un sistema de espejos con el fin de reducir el tamaño físico del objetivo sin perder distancia focal, de tal manera, nos encontramos, por ejemplo, con objetivos de 1000mm, con tamaños inferiores al de un 400mm. Tienen una distancia focal fija. Las imágenes que producen son características, por la presencia de anillos luminosos que generan los brillos desenfocados (bokeh anular).


Funcionamiento de un objetivo catadióptrico.


Rubinar 500mm f/5,6


Pasando el tiempo, por dondenomola (Emilio)

viernes, 15 de octubre de 2010

La cámara: El objetivo ( I: Concepto: distancia focal y luminosidad)

Después de conocer qué es una cámara fotográfica y con qué clases de cámaras fotográficas podemos encontrarnos en el mercado, es necesario conocer qué clase de objetivos incorporar a nuestra cámara réflex, que es hacia donde, principalmente, va encaminado este blog. Aunque todas las cosas de las que aquí hable son aplicables a todas las ópticas fotográficas.

En primer lugar, el objetivo es la parte de la cámara que dirige los rayos de luz desde el exterior, hasta el sensor que se encuentra en el interior de la cámara. El objetivo está formado por conjunto de lentes de forma convexa convergentes y divergentes, estas lentes conducen la luz hasta lo que conocemos como "punto de foco". El enfoque no es otra cosa que hacer coincidir el punto de foco de la imagen que queremos retratar con el sensor de nuestra cámara, para que esta imagen se grabe en el sensor de manera nítida.


Corte transversal de un Zuiko 70-300.

Los objetivos, fundamentalmente, se dividen en función de lo que conocemos como distancia focal o focal a secas. Indica la distancia en milímetros desde el centro óptico del objetivo (donde la lente comienza a hacer converger la luz) al plano focal (el punto de foco) y define la potencia o el poder de desviación de un objetivo.

La distancia focal está determinada por, fundamentalmente, tres factores:

-Ángulo de incidencia de la luz sobre la lente. A efectos prácticos sólo se refiere a la curvatura de la lente, por tanto, a mayor curvatura, mayor distancia focal porque hacemos que la luz tenga que recorrer más espacio al hacerla converger más atrás.

Efecto de la curvatura de la lente en la distancia focal.


También vamos a encontrarnos que, a mayór angulo de incidencia de luz, más aberración esférica y viceversa, a menor ángulo de incidencia de luz, más plana será la imagen final resultante. Resultativamente, también nos encontraremos con que el espacio que podremos encuadrar desde la misma distancia variará en función de la focal de nuestro objetivo en una regla inversa, es decir, que a medida que aumente el milimetraje de la focal, menor será en ángulo de visión y más plana la fotografía.


Distancia focal y ángulo de visión.

-El índice de refracción de la lente, en el que no me entretendré más que en explicar que dependerá de los materiales con los que estén compuestos los vidrios de las lentes a nivel químico.

-La longitud de onda de la luz incidente o, en otras palabras, el color de la luz incidente. En ocasiones, la luz, al transpasar una lente cóncava no tiene la misma longitud, haciendo que el punto de foco se extienda, provocando así las llamadas aberraciones cromáticas.


Aberraciones cromáticas (CA) mostradas al detalle.

Este problema ya es corregido mediante el posicionamiento de unas lentes divergentes detrás o junto a las lentes convergentes. Los objetivos que incluyen estas modificaciones para corregir el índice refractivo para diferentes longitudes de onda de la luz, son conocidos, según el sistema utilizado, como asféricos (aspheric) y apocromáticos (aprochromatic).


Corrección de aberraciones ópticas.


El otro aspecto fundamental, a parte de la distancia focal, a tener muy en cuenta a la hora de fijarse en un objetivo para la cámara es en la luminosidad de este. La luminosidad, también conocida como apertura relativa, nos indica la cantidad de luz que puede dejar pasar y, teniendo en cuenta que la materia prima de la fotografía es la luz, cuanto más luminoso sea nuestro objetivo, mejor.

La luminosidad tan solo depende de dos características del objetivo. La primera de ellas es la distancia focal, a la que antes nos hemos referido. Cuanta más distancia exista entre el centro óptico y el punto de foco menos cantidad de luz dejaremos que pase. También influyendo el ángulo de incidencia de luz sobre el lente ya que, a mayor ángulo de incidencia, mayor cantidad de puntos de luz podemos captar.

La segunda característica que condiciona la luminosidad de nuestro objetivo es el diámetro de haz de luz que penetra en el objetivo, lo cual dependerá de la construcción del mismo. El valor máximo de este diámetro (con la apertura máxima de diafragma que permita) se denomina apertura efectiva.

martes, 12 de octubre de 2010

La cámara: tipos de cámara fotográfica digital

Como bien dice el título, en esta ocasión, he decidido sesgar los tipos de cámara a las cámaras digitales, que es hacia donde está orientado este blog y donde la mayoría de los fotógrafos y personas que hacen fotos se mueven en este mundillo.

Como todo en este blog, es una explicación básica, es decir, para conocer con qué tipos de cámaras nos encontramos en el mercado y qué posibilidades nos pueden ofrecer.

En primer lugar encontramos el tipo de cámara más básico y común. Las cámaras compactas.


Canon IXUS 1000 HS


Su estructura es simple y su manejo sencillo. Las propiedades de este tipo de cámaras son bastante modestas, cada vez son mayores las prestaciones, pero no solemos encontrar efectos más allá del monocromo, cambios en la ISO y balances de blancos. Estas cámaras están enfocadas a aficionados muy principiantes, no necesitándose ninguna noción de fotografía para poder usar este tipo de cámaras. Una ventaja y a la vez desventaja de este tipo de cámaras radica en su tamaño, al ser reducido las hace perfectas para llevar a cualquier sitio metida en el bolsillo; pero a la vez obliga al fabricante a meter un sensor de menor tamaño, lo que nos da menor resolución que con otras cámaras más aparatosas.

El siguiente tipo de cámara de la que nos ocuparemos serán las cámaras bridge, o intermedias.


Canon PowerShot G12

Este tipo de cámaras son un poco más sofisticadas que las compactas, incluyendo mejores resoluciones y algunas prestaciones más avanzadas, pero a la vez no están muy lejos de sus hermanas menores, ya que el sensor es más grande, pero no demasiado (el tamaño aquí también influye) y se nos ofrecen más prestaciones, pero casi la totalidad del proceso es automático, por tanto, sigue siendo un "apunta y dispara".

Estos dos tipos de cámara (las compactas y las bridge), poseen un doble tipo de visor: el visor LCD y el visor directo. El visor LCD no es otra cosa que la muestra de lo que el sensor detecta en tiempo real, resultando este el visor más fiable, ya que encuadramos a la perfección lo que será el resultado final de la fotografía. Por otro lado, estas cámaras también incorporan un visor directo, llamado así porque es independiente del objetivo. Este tipo de visor es el peor de todos ya que presenta un problema denominado "paralelaje", ya el resultado final será lo captado por el sensor que esta detrás del objetivo, al encontrarse el visor un poco por encima, la imagen visualizada a través de éste, no coincidirá con el resultado final en ningún caso.


Paralelaje en visores directos.

En cuanto al enfoque, los visores LCD dan una visión muy superficial pero esto es algo que no nos debería importar demasiado en este tipo de cámaras ya que el enfoque es automático e invariable, por lo que deberemos confiar a ciegas en nuestra cámara; por otra parte, los visores directos no dan una visión del enfoque al ser independientes respecto al objetivo.

Finalmente, respecto de la exposición, los visores directos tampoco nos ofrecen datos de este campo, ya que no interpretan absolutamente nada de la imagen; mientras que los visores LCD tienden funcionar bien en las exposiciones medias, pero se saturan fácilmente con mucha o poca luz ambiente, dándonos una imagen muy blanca o muy negra según el caso, difiriendo esto del resultado final.

Las siguientes cámaras que describiremos serán las cámaras réflex. Estas cámaras se pueden dividir entre las SLR y las TLR, existiendo sólo las primeras en formato digital (DSLR).


Canon EOS 7D con un Canon EF-S 15-85mm f/3.5-5.6 IS USM


Mucho más grandes en tamaño que las compactas o las bridge, incluyen un sensor de mayor tamaño, por tanto nos ofrecerán mayor nitidez y calidad en las fotos. Además incluyen la posibilidad de intercambiar objetivos, mejorando la óptica con la que sacaremos las fotografías, incrementando así, no sólo la calidad de nuestras fotografías, si no la versatilidad de nuestra cámara. A parte de los objetivos intercambiables, cuentan con una muy superior cantidad de variaciones respecto a las cámaras bridge o compactas, pudiendo controlar en estas cámaras todos los aspectos del proceso fotográfico.

El visor réflex consta de un espejo, situado entre el objetivo y el sensor de la cámara, inclinado a exactamente 45º que refleja la imagen en un pentaprisma, que no es otra cosa que un conjunto de espejos que voltearán varias veces el reflejo (de ahí el nombre de réflex) de lo que se ve a través del objetivo para que llegue tal cual a nuestro ojo. El único problema que entraña este visor es el llamado "factor de recorte" que, efectivamente, nos recorta en la mayoría de los modelos parte del resultado final (el factor de recorte no excede del 3% de la imagen en ningún modelo de los actualmente en venta).
Funcionamiento de un pentaprisma.


Respecto a la nomenclatura SLR y TLR, que podemos encontrarnos en algunas ocasiones, hace referencia a la cantidad de objetivos de la que dispone la cámara réflex. SLR, Single Lens Reflex o réflex de un solo objetivo, son las réflex hasta las que, hasta ahora, hemos hecho referencia, mientras que las TLR, Twin Lens Reflex o réflex de objetivos gemelos, son cámaras con dos objetivos de la misma focal puestos uno encima de otro, usándose el superior únicamente para enfocar; este tipo de objetivos ha caído en desuso, puesto que presentan el problema del paralelaje al que antes nos hemos referido, son mucho más pesadas y mucho más costosas. Además obligan a llevar los objetivos por duplicado. Aunque tienen ventajas, no son ventajas que beneficien a la mayoría de usuarios, entre estas se pueden contar que son considerablemente más silenciosas (no requieren que el espejo refractor que está frente al sensor se levante) y permiten observar a través del objetivo mientras se realiza la fotografía, cosa bastante útil durante exposiciones prolongadas.


Cámara TLR Beautycord


Por último, y reservadas únicamente al uso profesional, sobretodo por su coste; las cámaras de medio formato.


Hasselblad 503CW


Estas cámaras incluyen un sensor mucho más grande que las DSLR. Son cámaras que solamente son usadas por grandes profesionales patrocinados y por el sector de la investigación científica. Tienen como propósito fundamental el poder hacer impresiones a tamaños descomunalmente grandes. Dado que el mercado es muy reducido, tanto las cámaras de medio formato, como sus accesorios tienen precios muy altos, pero por otra parte dan resultados verdaderamente excepcionales.