lunes, 28 de septiembre de 2015

Fundamentos de FD: Tipos de archivo fotográfico

Desde la perspectiva del fotógrafo digital, a la hora de considerar realizar fotografías, debemos considerar el formato de archivo en que deseamos llevar a cabo las tomas, esto afectará a nuestro trabajo final en, básicamente, tres aspectos: la calidad, el tamaño y la compatibilidad.

  • Acerca de la calidad hay poco que añadir, un mayor número de píxeles por pulgada en formatos que no hayan sido comprimidos nos proporcionará una mayor definición de la toma. Además, cada uno de estos píxeles tendrá más información captada por el sensor en función de si el archivo es más bruto o se ha recortado información para reducir tamaño.

  • De esta forma, el segundo aspecto a considerar es el tamaño de las imágenes que hemos tomado. Aquí hay que señalar que no se está considerando en exclusiva las dimensiones de la toma  - la cantidad de píxeles por lado - si no que además afecta al "peso" de la imagen, es decir, lo que ocupa en las tarjetas de memoria y el buffer del ordenador. Fotografías con mayor "peso" ocupan más espacio y permiten almacenar menos archivos, lo cual suele repercutir negativamente en el bolsillo de aquel que hace fotos, ya que te exige mayor capacidad tanto en las tarjetas de memoria, como en los discos duros de almacenamiento que estés usando.

  • Y finalmente, el último aspecto a considerar es la compatibilidad. Las consideraciones aquí vienen básicamente a rondar la idea de para qué se va a usar la imagen y con qué quiero editarla. Es un aspecto que en la práctica tiene poca incidencia, ya que los estándares de formato empleados normalmente suelen ser bastante polivalentes. No obstante, merece la pena aclarar alguna cuestión con los formatos en concreto.

Considerando así los tres aspectos principales que van a variar en función del formato que escojamos, vamos a abordar fundamentalmente tres tipos de archivo, que son los que se han consolidado como estándares en fotografía digital: el RAW, el JPEG y el TIFF.


  • RAW


El formato RAW (en inglés crudo, bruto o puro), hace referencia al tipo de archivo fotográfico digital cuya compresión no afecta en absoluto a la calidad o a la cantidad de información por píxel, por lo general en estos archivos entre 36 y 48 bits por pixel, lo que nos da como resultado imágenes de gran tamaño.

Este formato de compresión recoge absolutamente toda la información disponible en el sensor de la cámara, permitiéndonos no sólo obtener el tamaño y definición máximo que permite el sensor, sino que también faculta al usuario la posibilidad de editar cuestiones tan importantes como la temperatura de la luz (balance de blancos) o la propia exposición de la fotografía con los datos originales de la toma, por tanto, nuestro software de edición no tendrá que generar.

En contrapunto con la gran calidad que nos ofrece este formato se encuentran sus dos grandes desventajas. De un lado, al contener tanta información, se trata de imágenes de gran peso, lo que nos dificulta de manera logística la toma y el almacenaje de fotografías. Además, esto lo hace un formato poco propicio para otros usos como, por ejemplo, la exhibición en web, ya que al ser un formato tan pesado afecta negativamente a la transferencia en internet, dándonos tiempos de carga mucho más lentos.

De otro es la falta de estandarización ya que cada marca usa su propia versión del formato, haciéndolo además, en código cerrado. Este tipo de inconvenientes genera en muchas ocasiones problemas de compatibilidad ya que normalmente requieren de un software específico para poder abrirlos, obligando al fotógrafo muchas veces a descargar un plug-in (una extensión a un programa informático para añadirle una funcionalidad) para que su programa de edición pueda gestionar estos archivos. Si bien los programas de edición fotográfica más extendidos (Adobe Photoshop y Adobe Lightroom) suelen poder leer estos archivos de manera natural, en ocasiones se hace necesario actualizarlos para poder usar nuevas funcionalidades o nuevos formatos.

Este problema de compatibilidad se intentó revertir creando una versión libre de este formato llamada OpenRAW, que es una versión de código abierto y estándar, aunque de momento se ha desarrollado sin impacto en las marcas, que siguen fabricando con sus propios sistemas. Una alternativa similar a esta puede ser también el formato DNG (Digital NeGative format) de Adobe.


En la actualidad existen más de cien versiones del formato RAW, entre las más conocidas se encuentran los formatos propios de Canon (CRW y CR2), los de Nikon (NEF y NRW), los de Sony (ARW, SRF y SR2) o los de Kodak (TIF, K25,KDC,DCS, DCR y DRF).

  • JPEG


El otro gran formato es el JPEG , que es el formato estándar de compresión y codificación de imágenes fijas y que toma su nombre del comité de expertos que lo creó, el Joint Photographic Experts Group (Gran Conjunto de Expertos en Fotografía). Es importante resaltar que la expresión JPEG se usa indistintamente para indicar el archivo de imagen, como el tipo de compresión.

Al ser un formato estándar, todas las extensiones de archivo que puede tener (JPEG, JPG, JPE, JFIF, JFI o JIF) son reconocidas por la totalidad de gestores y editores de imagen y navegadores, lo cual elimina casi cualquier problema de compatibilidad que pudiera presentarse.

Otro punto a favor de las imágenes JPEG se encuentra en el tamaño de sus archivos, como ya hemos comentado con anterioridad se trata de un formato comprimido, lo que significa que reduce, entre otras cosas, el peso del archivo. Dentro de este formato es muy común poder escoger el grado de compresión de la imagen, siendo los más comunes JPEG 1:4, JPEG 1:8 y JPEG 1:16, que reducen los píxeles por pulgada en estas proporciones (es decir, que en JPEG 1:4, cuatro píxeles pasan a ser uno, por ejemplo).

La compresión que se realiza en este formato, no sólo nos proporciona una menor nitidez en la imagen, impidiéndonos realizar muchas ampliaciones o recortes si fuera necesario al perder profundidad de color -  recordemos aquí que el RAW solía contener entre 36 y 48 bits por píxel, mientras que el JPEG está estandarizado en 24 bits por pixel - si no que también nos hace dejar por el camino información acerca de, por ejemplo, la temperatura de color, de manera que en nuestras fotografías tomadas directamente en JPEG no podremos editar la temperatura de la luz, ni la exposición de la imagen sin perder información.

  • TIFF
 
El último formato del que vamos a hablar es el TIFF (Tagged Image File Format, o Formato de archivo de imagen por etiquetas).Se trata del formato estándar de imagen cuando se trata de fotografías dedicadas al ámbito editorial. De esta manera, la compresión sólo se hace sobre los datos que no afectan a la imagen. En resumen, se trata de un tipo de archivo que se encuentra a caballo entre el RAW y el JPEG.

Al ser un archivo un poco comprimido pierde información, no permitiendo al usuario poder variar el balance de blancos o la exposición de la fotografía como podíamos hacer en el RAW; mientras que, por otra parte, nos da una calidad de imagen bastante superior a la del JPEG, que tiene una compresión mayor. 

Otro problema de los archivos TIFF se encuentra en su peso, levemente inferior al de un archivo RAW de las mismas características, pero muy ampliamente superior su equivalente en JPEG. Sin embargo, los TIFF, al ser un estándar en el ámbito editorial, son ampliamente reconocidos por los programas de edición más reconocidos, haciendo que los problemas de compatibilidad sean casi inexistentes.

domingo, 28 de julio de 2013

Fundamentos de FD: Medición de luz y fotometría.

Dentro del contexto de la fotografía, al trabajar fundamentalmente con la luz, resulta fácil adivinar que la medición de luz es un aspecto de suma importancia a la hora de establecer qué parámetros nos van a ser necesarios para una correcta exposición de nuestras fotografías. La fotometría, como digo, es básicamente eso, la medición de la cantidad de luz existente en un determinado punto. Ahora bien, en función de cómo midamos esa luz, nos vamos a encontrar con dos tipos de medición diferente. La medición de luz incidente y la medición de luz reflejada.

  •   La medición de luz incidente: es la que se realiza sobre la luz que cae (o incide, de ahí el nombre) sobre el objeto o el área que nos interesa fotografiar. Éste tipo de medición se realiza normalmente con un aparato llamado fotómetro de mano, o fotómetro a secas. Éste instrumento nos sirve para medir de una manera muy exacta la cantidad de luz incidente sobre una zona concreta; es muy utilizado en fotografía en la que sólo un plano o un objeto en primer plano que es el principal foco de atracción es, prácticamente, el único foco de atención. Por ejemplo, en fotografía de retratos.
Fotómetro Sekonic L308-s
  • La medición de luz reflejada: por oposición a la medición de luz incidente sobre el objeto, es la medición sobre la cantidad de luz que el objeto empuja de vuelta y que nos permite apreciar el objeto, tanto con el ojo, como con la cámara. Éste tipo de medición se puede hacer también con un fotómetro que poséa entre sus características éste modo, o bien, como es más común, mediante el fotómetro interno de la cámara. Éste fotómetro, a diferencia del fotómetro de mano que mide la luz directamente por incidencia desde la fuente; utiliza en la actualidad un sistema que conocemos como Sistema de medición TTL, siglas que corresponden a "Through The Lens" (a través de la lente) y que, como su propio nombre indica, mide la luz reflejada que entra a través del objetivo de nuestra cámara y que, por tanto, será recogida por nuestro sensor. Este sistema realiza la medición de la escena subdividiéndola en zonas, tradicionalmente 16, 21 y 35; y hace una media ponderada según el método de medición, para hallar el punto medio de exposición.
Esquema fotómetro interno con sistema de medición TTL en matriz de 35 zonas. 

Dentro de la medición de luz reflejada y en el sistema TTL, nos podemos encontrar con, fundamentalmente, cuatro métodos de medición en función de a qué se le de más relevancia dentro del encuadre.

Medición Evaluativa: Este método da una importancia similar al conjunto de la imagen, realizando una lectura que no enfatiza ninguna zona en particular. Es el método automático por antonomasia y el que usaremos para la mayoría de las situaciones en las que nos podamos encontrar.

Como vemos, en la foto de la parte inferior, la medición que nos dará una correcta exposición sobre el cielo, el campo y la carretera es la medición evaluativa, ya que a todo el conjunto del encuadre tiene aproximadamente el mismo rango de luz, sin que haya grandes contrastes entre zonas muy claras y zonas muy oscuras.


Medición Parcial: A diferencia de la medición evaluativa, que no da importancia a ningún punto de la imagen, éste tipo de medición enfatiza un área del encuadre y las que se encuentran a su alrededor, de tal manera que la media que realice el sistema TTL favorecerá a una sección, normalmente, en detrimiento de las zonas que estén más elejadas de éstas. Es el método que emplearemos si tenemos un objeto muy claro de gran importancia dentro de nuestro encuadre.

El ejemplo clásico para ésta medición es la fotografía de retrato donde, a falta de fotómetro manual, usaremos como zona relevante la cara del sujeto que estemos fotografiando. En el ejemplo de abajo podemos ver como toda la composición guarda una cierta armonía respecto a la cantidad de luz de la toma, pero que la cara y el pelo de la modelo están mejor expuestas, mientras que el fondo se encuentra levemente subexpuesto. Si hubiéramos usado una medición de tipo evaluativa, seguramente nuestro fondo estaría más expuesto, pero la cara por el contrario se encontraría más subexpuesta, dándole menos potencia al color de los ojos, creando menos contraste entre la esclerótica y la sombra de ojos y, en general, dándole un tono más apagado a la piel, haciendo que la fotografía quedase más plana entre el fondo y el sujeto, por tanto, restándonos también volumen.


Medición Puntual: Muy similar a la medición parcial, pero el campo al que le da importancia la medición es mucho más pequeño, de tal forma que no sólo las zonas más alejadas del punto principal de interés ven mermada su importancia a la hora de ponderar para obtener la media, si no que eso también se extiende a las zonas cercanas. Es una medición útil, pero de aplicación muy concreta. Únicamente aplicaremos este tipo de medición en el momento en el que tengamos una composición en la que la fuerza deba recaer en exclusiva sobre un punto muy determinado.

En la siguiente fotografía, realizada en clave baja, lo verdaderamente interesante de la foto era subexponer el resto de la fotografía y enfatizar únicamente las manos del sujeto. Para este propósito, usaremos la medición puntual sobre las manos y más concretamente sobre el dedo anular.

Fotografía por Lee Jeffries 

Medición Promediada con Preponderancia Central: Quizás al que le encuentro menor utilidad de entre todos estos métodos. Básicamente realiza una medición igual que la que realiza la medición evaluativa pero da mayor importancia al centro de la composición. 

La utilidad es ciertamente limitada. En este ejemplo, quizás podemos ver una de las muy pocas ocasiones en las que tendremos la posibilidad de utilizar éste tipo de medición. En el que pretendemos fotografiar un elemento principal que está situado en medio de la imagen, en condiciones de luz notoriamente iguales en toda la escena, en la que, además, nos encontramos con una igualdad de tonos y colores muy similar. Entonces, para resaltar el centro de la imagen, podemos usar la preponderancia central, pero otorgando a toda la toma prácticamente la misma medición para integrar el sujeto en el fondo resaltándolo muy suavemente. 

Fotografía por Angela Jay

sábado, 17 de marzo de 2012

Fundamentos de FD: Modos de disparo

El tema que aquí abordamos puede parecer poco importante, dado que los modos de disparo son verdaderamente pocos y sus usos parece que están más que claros. No obstante, es una parte fundamental de la fotografía y por ello, debemos dedicarles al menos, un pequeño espacio.

El primer modo de disparo que encontramos en las cámaras réflex es el más normal, el clásico vaya, que es el modo de Disparo Simple o Disparo Único. Como es fácil deducir, en este modo la cámara realiza un único disparo cuando apretamos el botón de disparo... bastante obvio ¿no?

Este es el modo que emplearemos en la mayoría de las fotografías que realicemos, puesto que, debido a la inmediatez del disparo (décimas o centésimas de segundo) hará la fotografía muy instintiva ya que, con los parámetros cuadrados (sensibilidad de la película, velocidad y apertura) sólo tendremos que apretar el botón cuando el encuadre y el momento sean los deseados.

El siguiente modo de disparo también es un clásico, es el Modo Ráfaga, Modo de Disparo Contínuo, Modo de Disparo Múltiple o Modo de Disparo en Serie. Este modo de disparo es útil para los momentos en los que el objeto al que fotografiemos esté en constante movimiento, como es el caso de la fotografía deportiva; o que no tengamos margen de error, como ocurren en las fotografías realizadas por fotorreporteros.

Como decía, por un lado, la fotografía puede ser realizada en el transcurso de un evento deportivo, con lo cual no hay margen a repetir la fotografía en la mayoría de las ocasiones y el momento para realizarla es único. A veces entonces, por la existencia de esta necesidad, se emplea este modo de disparo, pudiéndose conseguir fotografías como esta:



La fotografía es de Adam Pretty, fotógrafo australiano, tomada durante los entrenamientos del FINA World Championship (Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Natación), en el Oriental Sports Center de Shanghai, China. En la fotografía podemos ver a varios saltadores en posiciones antes y durante el salto. Lo más probable es que el fotógrafo midiera los parámetros para el contraluz, encuadrara para que pudieran salir varios de los trampolines y realizó varias tomas cuando algunos de los saltadores estaban ejecutando el salto.

El tercer modo de disparo, sobre el que existen múltiples variantes, es el disparo a Disparo mediante control a distancia o Autodisparo. Parecen lo mismo, no lo son y cada una tiene su razón de ser.

Por un lado hablaremos del Autodisparo; en este modo, la cámara, después de que demos de orden de disparo, tardará unos segundos (por ejemplo, 10 segundos) en realizar la fotografía. Este modo es muy empleado, por extraño que parezca, en fotografías en las que el fotógrafo también quiera aparecer en la fotografía... dándole a este el tiempo suficiente como para colocarse delante de la cámara; como sucede en las fotos de grupo. Otra aplicación, ya esta un poco más "profesional", la encontramos cuando queremos realizar una fotografía de larga exposición y el más mínimo movimiento de la cámara nos altera la fotografía (y con mínimo movimiento de la cámara me refiero al efecto de apretar el botón de disparo); entonces, con nuestra cámara montada en un trípode podremos dejar 10 segundos de margen hasta que todo se estabiliza y, después, realizará la foto sin vibraciones de ninguna clase.

Junto al autodisparo solemos encontrar también el Autodisparo múltiple, el Autodisparo el ráfaga o el Autodisparo en serie, que no es más que la realización de una multiplicidad de fotografías, una tras otra, después de producirse el disparo. El número de fotografías que se realizan seguidas es o bien estanco (un número fijo de fotografías) o bien regulable (entre unos parámetros).

El último modo de disparo es, como ya dije con anterioridad, el Disparo mediante control a distancia. La verdad es que de aquí hay poco que explicar, en lugar de realizarse el disparo oprimiendo el botón de disparo de la cámara se hace oprimiendo el botón de disparo de un artilugio que va conectado a la cámara, bien mediante cable o bien mediante un método sin cable, como el wi-fi o la radiofrecuencia. Este aparato es conocido como Autodisparador.


Autodisparador de cable.

Personalmente considero que ha de ser debidamente diferenciado de su hermano más avanzado, el Intervalómetro. Puede parecer lo mismo y no lo es. El intervalómetro incluye algunas funciones avanzadas, entre ellas la más característica es la posibilidad de incluir y mezclar varios modos de disparo, realizando pues disparos a intervalos (de ahí el nombre).


Intervalómetro.

¿Y para qué sirve un intervalómetro? ¿Qué aplicación práctica tiene?

Supongo que muchas, depende de la creatividad de la persona que lo use. La que parece más obvia es la de realizar "Timelapse", que es una técnica consistente en reproducir una serie de imágenes fijas tomadas desde un mismo punto de vista o desde un punto de vista muy cercano y reproducirlas a mayor velocidad de la que fueron tomadas, creando un efecto muy característico. Para ilustrarlo quiero mostraros un excepcional vídeo de Terje Sorgjerd, fotógrafo noruego, que durante un viaje a España, más concretamente a la isla de Tenerife. Para que os hagáis a la idea de la proporción tiempo-secuencia, cada secuencia dura entre 5 y 11 horas, aunque luego se vea reducida a segundos, dando una sensación de "cámara rápida" tan característica del timelapse.



Finalmente, después de este apunte creativo sobre el empleo de los modos de disparo, creo que debo traer aquí dos técnicas, al margen del timelapse, en las que el modo de disparo empleado es fundamental para su realización: son, por un lado, el "Stop motion" y la Fotografía HDR de imagen JPG/JPEG.

Por un lado, el Stop Motion, se parece en cierto modo al Timelapse, dado que también es una técnica de fotografía en la que el resultado es un vídeo; pero se diferencia de esta en que lo que fotografiamos puede ser alterado. Así pues, montando nuestra cámara sobre un trípode y ayudándonos de un autodisparador para no influir en la toma realizaremos varias fotografías de una misma escena donde podremos mover a nuestro antojo los objetos que en él vemos, pudiendo, cuando lo montemos en el vídeo, darle sensación de dinamismo. Para ilustrar mejor cómo es un stop motion, quizás mostrar el más famoso de todos, el videoclip de "Her morning elegance" de Oren Lavie. Las 2096 fotografías fueron realizadas por el fotógrafo Eyal Landesman durante 2 días, para que os hagáis una pequeña idea del trabajo que puede llevar una cosa de apariencia tan simple (para más información, el "making of" aquí).



El otro tipo de fotografía en el cual creo que es muy importante resaltar la importancia del modo de disparo es la toma de fotografías de HDR con imágenes JPG/JPEG. Primero, comentar qué es la fotografía de HDR. A grandes rasgos y sin profundizar en materia, la fotografía de HDR es la fotografía de alto rango dinámico, es decir, imágenes en la apreciación del rango de luminancia entre las zonas más claras y las zonas más oscuras es mayor. Es decir, entre la zona más clara de la fotografía y la zona más oscura existe mayor abanico de luces y sombras que el que se aprecia a simple vista, revelándose así la incidencia de luz de fuentes más débiles o sombras "ocultas" por fuentes de luz fuertes; esto provoca un efecto muy característico.


Seattle Skyline, por Farhad Jahanbani.
Empleando la técnica de fotografía de HDR.

Para obtener estas fotografías se necesita la imagen que queremos obtener de manera que la expongamos y la subexpongamos tantas veces como queramos, pero a la misma distancia, por ejemplo, nuestra fotografía tal como el fotómetro nos indica que debiera tomarse (que es sobre la que trabajaremos) y esa misma fotografía sobreexpuesta un paso y subexpuesta un paso, de las que tomaremos referencia para luego editar la fotografía. Pero esto es una cosa en la que ahondaré en otra entrada, así que a lo que voy: ¿cómo obtengo estas tres, cinco, siete fotografías (o las que quiera emplear)? Un fotógrafo puede emplear aquí dos técnicas, el disparo RAW, que es un tipo de formato de imagen que almacena mucha información y, entre ella, rangos dinámicos; pero que pesa mucho. O bien capturar varias imágenes a un mismo tiempo o en ráfaga de una misma estampa en JPG/JPEG, que es un formato de imagen que no almacena tanta información (y como podéis suponer, no almacena el rango dinámico de la imagen).

Pero el modo ráfaga de nuestra cámara no nos permite tocar los parámetros con lo que se realiza la fotografía, es entonces cuando nos veremos obligados a emplear la técnica conocida como Braketing (o Ahorquillado, en la lengua de Cervantes). Esta técnica se realiza automáticamente desde la cámara que, normalmente, posée en el menú una opción para el disparo en ráfaga con la que la cámara tomará una fotografía subexpuesta y sobre expuesta como nosotros digamos (por ejemplo +/- 2 puntos) y una con la exposición correcta según el fotómetro, con unos parámetros que no nos alteren (al menos en demasía) la profundidad de campo. No tiene mucha más ciencia, es simplemente programarlo en nuestra cámara y disparar nuestra toma, el verdadero trabajo a la hora de realizar fotografías de HDR estará en la edición.

martes, 2 de agosto de 2011

Fundamentos de FD: Balance de Blancos.

El Balance de blancos (al que nos podremos referir también como "equilibrio de color", "equilibrio de blancos", "White balance" o "WB"), es un ajuste electrónico que permite que nuestra cámara puede recibir y reproducir los colores de una toma correctamente sin que sobre ellas se noten o incidan las dominantes de la temperatura del color.

La temperatura del color de una fuente de luz es el color que, dentro de unos patrones determinados (el espectro de luz), emitiría un cuerpo negro si se le calentara a una cierta temperatura. Explicado con un ejemplo, si calentásemos un cuerpo negro a unos 1700-1800 K, obtendríamos un tono rojizo, que se corresponde con la dominante creada por, por ejemplo, una cerilla (sobre los 1700 K) o una vela (sobre los 1850 K). Pero ojo, en fotografía no los llamamos "grados Kelvin" porque no estamos hablando de una graduación de temperatura, si no que usamos esta referencia como una medida relativa que nada tiene que ver con el concepto usual de "temperatura".

Una vez sabiendo esto, podremos comprender que, cada tipo de fuente de luz emite un cierto color de dominancia que ajustaremos en nuestra cámara según la toma. Así pues dividiremos los tones de las luces en "cálidos", "neutros" y "fríos"; a menos kelvin obtendremos tonos más rojizos y, por tanto, más cálidos (2000-4000K); en el punto medio (temperaturas entre 4000 y 6000k), los tonos son neutros, acercándose así al blanco; mientras que, a más kelvin, obtendremos tonos más azulados y, por ende, más fríos (+6000 K).


Escala de temperaturas.

Lo que hace la cámara, fundamentalmente, es coger el color que nosotros le damos como referencia y establecerlo como el "blanco" y, a partir de ahí, calcular todos los demás colores del espectro y, por lo tanto, de nuestra fotografía.

En las cámaras modernas, existen tres modos en lo que al balance de blancos se refiere. En un primer modo, el modo automático de balance de blancos (en la mayoría de las cámaras AWB - Automatic White Balance).

El Balance de Blancos Automático calcula de manera automática, a veces no de manera demasiado exacta, la temperatura del color de la toma. ¿Cuál es el problema del blance de blancos automático? Que, en ocasiones, nos encontramos con una toma que contiene fuentes de luz diferente (por ejemplo una toma en la que las farolas de la calle ya se han encendido, pero aún hay luz natural) es entonces cuando debemos elegir entre priorizar una temperatura (generalmente la más dominante).

Otro modo de balance de blancos que podemos encontrar en las cámaras digitales modernas es el de modos predeterminados, es decir, temperaturas del color predeterminadas en función de unas ciertas fuentes de luz que se suelen repetir constantemente, generalmente son estas, sin excepción de que alguna marca o alguna cámara pueda añadir más o menos.

Luz del día / Soleado, en torno a los 5200 K. Para condiciones de luz en día despejado.




Sombra, aproximadamente 7000 K. Para usar en días despejados, en zonas donde el sol no impacta directamente.




Nublado, sobre los 6000 K. Cuando la luz del sol entra a través de nubes (nublado propiamente dicho) o de manera oblicua, es decir, amaneceres y atardeceres.




Tungsteno / Bombilla de Tungsteno / Wolframio, sobre los 3200 K. Situaciones en las que el ambiente está alumbrado por bombillas clásicas de filamento de tungsteno, aunque también puede usarse para cualquier iluminación cálida (cerillas, mecheros, hogueras...)



Fluorescente / Luz Fluorescente Blanca, aproximadamente unos 4000-4500 K. Para tomas ilumandas con tubos fluorescentes o fluorescente blanco, evita tonos azulados y verdosos.




Flash, ajustado a 5500 K más o menos, ya que los flashes están fabricados para que su temperatura del color sea parecida a la de la luz del sol.

jueves, 21 de abril de 2011

Fundamentos de FD: Sensibilidad

Con anterioridad hemos hablado sobre la cantidad de luz que dejamos pasar y durante el tiempo que la dejamos pasar, pero es hora de hablar de la cantidad de luz que necesitamos para la correcta exposición. De recoger la luz se encarga el primer término de esta entrada: el sensor.

El sensor es el receptor de luz de nuestra cámara, a la que llega ya la luz interpretada y que, en fotografía digital, sustituye a la película fotográfica. Pero no sólo recibe la luz, si no que también la traduce, de simple luz a una imagen que nosotros podamos entender, es decir a su representación por medio de píxeles.


Sensor de una cámara fotográfica.

En la fotografía tradicional, la película estaba formada por pequeños cristales (haluros de plata) que eran foto sensibles y que recibían la luz que se intepretaba mediante el objetivo. Cada uno de estos cristales se "empapaba" de un color del espectro y, juntos, formaban la imagen de la película. La sensibilidad de la película estaba pues, marcada por el tamaño de los cristales y la definición que podríamos obtener de cada película estaba relacionada con el tamaño de estos cristales.

Esto parece un poco farragoso de entender, pero no lo es. Imaginemos, por ejemplo, que realizamos una fotografía y la imprimimos a un tamaño determinado (el mismo en ambos casos) y analicemos los resultados:

1.- Con una película ASA 100 (es decir, sensibilidad baja o lo que es lo mismo, muchos cristales pequeños). Obtendríamos una imagen con mucha definición (es decir, podríamos ampliar mucho sin perder calidad y obtendríamos colores vivos y bordes definidos). Pero, para obtener esta imagen deberíamos realizar la fotografía en condiciones de luz óptimas (buena iluminación, días soleados en exteriores...).


Uso de sensibilidades bajas para condiciones de luz buenas (ISO 125).
Fotografía por Thorsten Klapsch.

2.- Con una película ASA 800 (es decir, sensibilidad alta o pocos cristales y grandes). Por el contrario, obtendríamos una imagen menos definida que no podríamos ampliar sin perder calidad, con peores colores y bordes difusos. La ventaja de las sensibilidades altas se haría aquí patente pudiendo disparar en condiciones de luz baja (de noche, en interiores...).


Uso de sensibilidades altas para condiciones de luz débil o baja (ISO 1600).
"Loose Flourescent", por Jake Sargeant.

Con el paso a la fotografía digital el concepto "sensibilidad" se mantuvo, pero cambió un poco de sentido. Ya no depende de la cantidad de receptores que haya en el sensor (que es lo que sustituye a la película), si no que ahora el número de receptores se ha hecho constante y la sensibilidad depende de la señal-ruido.

En fotografía digital, los haluros de plata que encontrábamos en la película han sido sustituidos por pequeñas células fotosensibles eléctricas (fotoceldas) que reaccionan a la luz generando una corriente eléctrica. Estas células fotosensibles deberán reaccionar según las condiciones de luz a una potencia u otra. En condiciones de mucha luz, las células fotosensibles del sensor requerirán poco esfuerzo para captar la luz y la señal eléctrica será baja, lo que permitirá que todas las celulas reciban e interpreten bien el color; mientras que, en condiciones de luz ténue o débil, las células deberán emitir una corriente eléctrica mayor para poder así capturar la débil señal de luz y amplificarla, esto tiene como consecuencia un problema y es que, al amplificar esta señal se están creando alrededor una serie de datos aleatorios en el chip, que se mezclará con la señal original y se creará así lo que conocemos como "señal-ruido" o simplemente "ruido".


Fotografía para comparativa a 100 ISO (Sensibilidad baja, sin ruido)


Fotografía para comparativa a 12800 ISO (Sensibilidad alta, mucho ruido)

lunes, 28 de marzo de 2011

Fundamentos de FD: Apunte sobre perspectiva y longuitud focal empleada.

El desarrollo de la perspectiva formal proporciona a los artistas una manera de añadir profundidad a las imágenes, de plasmar de forma realista la tercera dimensi´n en la superficie plana del lienzo o del papel.

Hoy en día estamos acostumbrados a interprestar imágenes y a aceptar incluso perspectivas extremas. A muchas personas les gusta la perspectiva comprimida de los objetivos de longitud focal o incluso las características imágenes circulares propias de un objetivo "ojo de pez".

Un teleobjetivo aplana la perspectiva y da la sensación de que acerca el primer plano al fondo. Si se quiere "insertar" un objeto en el entorno, se puede utilizar un teleobjetivo paraeliminar la perspectiva; los objetivos con una focal muy larga permiten lograr una aparente relación entre objetivos que en relidad están bastante separados entre sí.

Un gran angular hace que los objetivos que están en primer plano parezcan mucho más grandes de lo que en realidad son, y al captar los elementos del fondo enfatiza los efectos de la perspectiva.

Los objetivos de diferentes longitudes focales ofrecen distintos ángulos de visión. Sin mover la cámara, lo único que se consigue es recortar la imagen.



Fotografías por Cristina Rayo.

Si se mueve la cámara y se mantiene el sujeto del mismo tamaño en el encuadre, se modifica la relación entre el sujeto y el fondo.



Fotografías por Cristina Rayo.

Los objetivos de diferentes longitudes afectan forma radical a las imágenes del rostro. Cuando se hacen retratos, es importante considerar la forma en la que la longitud focal va a afectar a las proporciones de la cara.

No es casual que a los teleobjetivos de focal corta (70 a 105 mm) se les conozca como "objetivos de retrato". Estos aplanan las facciones a como las vemos con normalidad, es decir, nos proporcionan un punto de vista natural, sin crear desproporciones.

Otra razón para emplear este tipo de objetivos es que nos permiten mantenernos a la cierta distancia del sujeto, haciéndole sentir más relajado al no invadir "su espacio".

Los objetivos de longitud focal muy larga estiran demasiado la perspectiva, confiriendo al rostro una sensación extraña. Por otrolado, los objetivos gran angular, enfatizan las partes de la cara que están más cerca de la cámara, acombando el rostro. En general, estas imágenes suelen resultar extrañas.




Fotografías por Cristina Rayo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Fundamentos de FD: Perspectiva y punto de vista.

Hoy, pretendo hacer hincapié en el punto de vista, la perspectiva y como influye la distancia focal sobre ellos.

La misma escena puede captarse desde un punto de vista totalmente diferente sólo con variar el punto de vista. Lo normal es que nos llevemos instintivamente la cámara frente a los ojos y hagamos la foto desde ahí, sin tener en cuenta otras alternativas. Las tomas de un fotógrafo que sean captadas sistemáticamente de esta manera, tenderán a cojear de un punto de vista repetitivo.

Si se utilizan puntos de vista alternativos, los objetivos más comunes, se ven de un modo totalmente diferente. Ésta es una de las principales formas en las que un fotógrafo puede estudiar un sujeto.

  • Un punto de vista más bajo, permíte al fotógrafo, incluir y dar más énfasis al fondo.
  • Los puntos de vista de vista altos pueden separar al observador de la acción, pues la vista tiene que dirigirse hacia abajo.


Los puntos de vista extremos, tanto altos como bajos, pueden distorsionar, pero a la vez crean un efecto muy interesante:


Ejemplo punto de vista alto.
Fotografía por Patrick Zachmann.


Ejemplo de punto de vista bajo.
Fotografía por Erich Lessing.

A veces, también, cambiar el punto de vista moviéndose de un lado a otro, en lugar de de arriba a abajo, permite crear yuxtaposiciones que, de otra manera, podrían pasar desapercibidas.

Por ejemplo, Ian Berry, opta por una toma lateral, pudiendo así mostrarnos con claridad la antagonía entre las nuevas tecnologías y el avance tecnológico y el semblante de una mujer mayor en Kabuyanda (Uganda).


Fotografía por Ian Berry.


Respecto a la perspectiva, es el recrear la profundidad y la posición relativa de los objetos, es decir, cómo "colocamos" los objetos en nuestra fotografía (cómo componemos, vaya) para dar sensación de profundidad, fundamentalmente.

La elección del punto de vista y de la longitud focal del objetivo son dos factores principales en la representación de la profundidad o la perspectiva en una fotografía. Cuanto más cerca esté el punto de toma del sujeto, más grande parecerá con respecto a los objetos más lejanos. Existen varios detalles que ayudan a representar, cuando no hay señales obvias, la profundidad en una imagen bidimensional como la tomada por una cámara fotográfica.

Uno de estos recursos, empleado por cierto por arquitectos, para dar sensación de profundidad, es enfatizar el espacio utilizando elementos repetitivos, como los pilares que parecen que de forma progresivan van empequeñeciendo.


Fotografía por Chargesheimer


Fotografía por Arthur Leipzig